Carta al profesorado interino.
Vd. sabe.... ¿Qué le vamos a
contar a Vd. que no sepa? Porque Vd. no sólo conoce, sino que padece
constantemente lo que podríamos decirle con mayor abundamiento, pero por
respeto a Vd. simplemente lo esbozamos.
Vd. es una persona que trabaja
interinamente. Y que su trabajo está sujeto al capricho de dioses, que se creen
con derecho a decidir sobre su vida y su hacienda. Vd. padece inestabilidad
laboral, emocional, familiar, social… porque los políticos han concretado que
su trabajo tiene la dignidad del subalterno. Que Vd. como persona trabajadora
es prescindible, cuando les parezca.
No le tratan como a los
antiguos PNN (profesorado no numerarios) que acabaron fijos todos ellos, ni
como los profesores del movimientos nacional de Franco que se quedaron también
fijos hasta la amortización de sus plazas, ni como el profesorado de religión,
elegido a dedo por la curia eclesial y punto. Vd. no tiene la dignidad de
cualquier persona trabajadora de cualquier empresa española, para esos
políticos del PSOE o del PP, que igual da que da lo mismo. Por eso, se les pasa
por la cabeza ofrecer todos los puestos de trabajo que Vd. ha venido ocupando
estos años al mundo mundial, para que con una probabilidad enorme se lo
arrebaten.
Muchos de nuevos aspirantes
tienen, además mayor tiempo de dedicación al estudio, mayor juventud y
capacidad de retención, de memoria para los tochos de temas a memorizar y
vomitar y ninguna carga familiar. Se van a beneficiar en su primera
convocatoria, pero luego ingresarán en el círculo vicioso en el que estamos
todos, condenados a presentarnos cada dos años a la oposición, hipotecando
nuestras vidas y nuestra dedicación a lo que realmente nos gusta: prepararnos
para ser cada día mejores profesores y mejores padres, madres, hijos, hermanos,
amigos... en definitiva, “mejores personas” y preparar a mejores personas activas
en la sociedad, que a su vez puedan llegar a formar una sociedad cada día mejor
en beneficio de todos.
Y hay quienes desde el campo
sindical entienden que eso es INEVITABLE, y se aprestan a conseguir un apaño de
aquí, otro de allá, con el objeto de salvar algunos “muebles” de la quema.
Evidentemente no pueden decir que esta forma de tratarle a Vd. es una
injusticia laboral de dimensiones inaceptables, ni mucho menos convocarlo a Vd.
a que junto a muchas personas como Vd. le planten cara a tamaña tragedia.
Porque no saben de Vd. Porque no les importa Vd.
Bien, después de décadas es el
momento de que Vd. asuma una decisión importante. Ahora al menos un sindicato,
y posiblemente se sume alguno más, está dispuesto a poner en las manos de Vd.,
y de todo el profesorado interino o no, una herramienta que permitirá torcer
ese futuro tan negro en el que Vd. piensa. Esa herramienta es la huelga para
paralizar el funcionamiento del sistema educativo, de forma inteligente y
sostenida en el tiempo.
El principio de no colaboración con el enemigo se
impone como premisa para hacer posible que la administración, al margen de su
preocupación, por nutrir los cuerpos docentes, se preocupe y se ocupe de
garantizarle el trabajo a Vd.
Mecanismos hay varios: Un plan por decreto
que garantice el derecho al trabajo de los que están, una modificación
sustancial de la oposición para garantizar el acceso a los cuerpos docentes, en
este sentido son posibles, si hay voluntad política, de respetar notas, de
enfatizar el valor de los méritos, de que los exámenes nunca sean
eliminatorios… En definitiva, cualquier medida que garantice que los que
actualmente trabajan sigan trabajando a partir de ahora sine die.
Y esto se exige porque se tiene
derecho a ello como cualquier trabajador en el Estado español. Importa mucho
creerse ese derecho porque nadie va a regalarle a Vd. nada. Los PNN lo
conquistaron y muchos trabajadores en las empresas consiguen la subrogación y
la estabilidad. ¿Por qué Vd. no lo va a conseguir?
Si ahora Vd. se suma a un
movimiento huelguístico coordinado y sostenido, a la medida del objetivo a
conseguir, que no es menor, la posibilidad de conducir la voluntad política
hacia ese fin será posible.
Esta huelga pone en manos de
Vd. la decisión de trabajar o no y de bloquear o no, el funcionamiento de la
Administración pública y de hacer llegar a todas las comunidades educativas la
necesidad de garantizar la estabilidad del profesorado, porque es un derecho de
cada persona trabajadora y además es una clave imprescindible para la mejora de
la enseñanza en los centros educativos.
Parece que
ha llegado el momento de que Vd. y decenas de miles de personas interinas como
Vd. pongamos manos a la obra y consigamos un objetivo concreto: Que cada
cual mantenga el trabajo el curso próximo y el siguiente y el siguiente….
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