Hoy, 19 de noviembre, en el que celebramos el día mundial de la Filosofía, se están debatiendo las enmiendas, presentadas a la LOMLOE, para mantener un ciclo completo de Filosofía y recuperar la ética en 4º ESO.
Este artículo, escrito por una compañera de Marea Verde y profesora de Filosofía, trata precisamente de la importancia de estas disciplinas y de lo necesarias que son para formarnos como personas críticas, libres e ilustradas, contribuyendo de esta manera, a crear una sociedad más justa y equitativa para todos y de todas.
¿EN QUÉ QUEDAMOS, SEÑORES POLÍTICOS?
¿En qué quedamos, señores políticos? Lo pregunto porque, por una parte, ustedes afirman querer una ciudadanía crítica, participativa, tolerante, respetuosa, nada machista y, mucho menos, racista. Introducen estos contenidos como temas transversales para todas las asignaturas y nos piden que usemos un lenguaje inclusivo para visibilizar lo hasta ahora invisible. Todo eso está muy bien; pero, al mismo tiempo, recortan año tras año, gobierno tras gobierno, la presencia de la filosofía, la única asignatura cuyo objetivo es precisamente ese que ustedes dicen perseguir.
Afirman ustedes que esas metas se alcanzarían si todas las materias las incluyeran como parte de su enseñanza y se quedan tan panchos sabiendo que es mentira. No por nada, sino porque las personas que dan Matemáticas, Química o Lengua, aun con las mejores intenciones, ya están normalmente sobrepasados por un temario extensísimo y una ratio de alumnos desbordante. Estos profesores ponen en práctica los valores que ustedes dicen defender; pero no pueden dedicarles horas a reflexionar sobre los mismos. La Ética y la Filosofía son, por el contrario, asignaturas reservadas justo para eso, para pensar y formar mentes críticas.
¿Saben ustedes lo que pasa cuando nos restan horas? Pues que el colegio enseña con lenguaje inclusivo a decir a sus estudiantes que no hay que ser machista para que ellos lo repitan sin saber qué es el machismo ni qué actitudes lo perpetran. Ignoran por qué hay que hacer visible mediante el lenguaje a los colectivos invisibilizados, ni cuáles han sido estos, ni quiénes los han ignorado o por qué. Cuando ustedes restan horas a la filosofía, se lo restan a un espacio que enseña a no creer lo primero que se escucha, a no confundir una red social con un medio de información, a contrastar y a formar la propia opinión. Lograr esto es mucho mejor que elaborar una ley para asegurarnos de la fiabilidad de los contenidos que llegan al ciudadano.
Disminuir la presencia de la filosofía es abrir la puerta a un monstruo que repetirá lo que la autoridad les dicte sin analizar el contenido de su mensaje. Yo soy profesora de filosofía y cada año doy clases a esa generación que en breve tomará el relevo cuando ustedes toquen a retirada. ¿Han pensado a qué tipo de ciudadanos quieren dejar el testigo? ¿Les interesa, acaso, el debate sobre el bien común, sobre el reparto social o sobre la justicia? Aclárense, hagan un ejercicio filosófico y examinen la coherencia de su discurso y de su praxis. Piensen y decidan si realmente desean una sociedad ilustrada o simplemente quieren barnizarla con una capita de buenas costumbres. Si no es esto último lo que desean, si persiguen, como nosotros, una sociedad responsable y crítica, no les queda más remedio que unirse a la defensa de la filosofía.
Ana Vargas Yáñez
Profesora de Filosofía
#NoSinÉtica
#SinFilosofíaNoHayCalidadEducativa
