El Foro de
Sevilla, junto con los participantes en la elaboración de un documento
de bases para una nueva ley educativa en nuestro país, ve ilegítima la
hoja de ruta del Pacto educativo del profesor Marina.
La paralización
de la LOMCE y la reversión de los recortes son una urgencia para
nuestro sistema educativo, demandada recientemente por la Plataforma
para la escuela pública y por partidos y colectivos sociales,y aprobada
por un parlamento con un gobierno en funciones, que hizo caso omiso en
poner en funcionamiento lo que exigía la democracia elegida por los
españoles y respaldada por toda la comunidad escolar. Es una urgencia
para que nuestro sistema educativo no siga creciendo en privatización y
en desigualdad y expulsando al alumnado más vulnerable de las aula.
Una
sola persona no puede arrogarse la representación de la sociedad civil
para elaborar un libro blanco, que no tiene legitimidad porque no
representa a un colectivo, movimiento ciudadano, grupo de profesionales o
sector de la comunidad educativa o de la sociedad.
José Antonio
Marina, que tuvo el encargo del gobierno del PP para realizar el
denominado “Libro blanco de la profesión docente”vuelve ahora, por su
cuenta, a proponer una ‘Hoja de ruta para un pacto educativo’, invitando
a que la firmen los principales partidos políticos. Ya desde el Foro
de Sevilla y Yo Estudié en la Pública se le respondió cuando, según
afirma, por encargo de una universidad privada (es director de la
Cátedra Nebrija-Santander de Inteligencia Ejecutiva y de la Educación),
convocó a los partidos para ofrecerles su voluntad de redactar ese pacto
educativo.
En esta ocasión plantea una ‘Hoja de ruta’ con unas determinadas condiciones que expone en el documento a firmar:
- El partido que gobierne tras las elecciones se compromete, con la
ayuda de la oposición, a mantener la LOMCE en vigor mientras no
dispongamos de una nueva ley de educación.
- La escuela pública puede desarrollarse, como indica la Constitución, a través de una doble red: pública y concertada.
- Los partidos firmantes reconocen que el “éxito educativo” es más amplio que el “éxito escolar”.
- El sistema educativo debe ayudar a desarrollar al máximo las
competencias de todos los alumnos, fomentar una educación cívica y
ética, y prepararles para la inserción en el mundo laboral.
Y otros aspectos, que desde su única reflexión formula, obviando el
trabajo de análisis y debate públicos y de construcción colectiva, que
buena parte de la comunidad educativa ha venido realizando durante los
últimos años con redes, organizaciones políticas y sindicales y
movimientos y entidades sociales.
Un pacto educativo no surge de
un conocimiento experto particular, ni de una sola concepción de ideas
que ya han sido rechazadas por la mayoría de la comunidad educativa.
Tampoco puede partir de una serie de obligaciones previas que benefician
a una determinada forma de pensar y actuar en educación. José Antonio
Marina se entromete en caminos que desconoce y se pierde en los senderos
del protagonismo más interesado. Parece considerarse el adalid
educativo del país sin contar con la ciudadanía, sus movilizaciones, la
lucha frente a la LOMCE, las ‘Mareas’ organizadas, su experiencia y
conocimiento, sus declaraciones, textos y acuerdos alcanzados. La
educación como ‘bien común’ procede y se agota en la sociedad civil, es
ella la que debe marcar el territorio en donde el derecho a la
educación se debe definir. Los gobiernos son los gestores y garantes de
ese derecho, ningún sujeto aislado, ninguna organización o institución
privada puede marcar, por su cuenta y riesgo, las reglas de juego ni la
ruta de un pacto que pretenda la estabilidad en el enunciado de ese
derecho. Nuestra sociedad es lo suficientemente madura como para definir
las reglas y las rutas que demanda a sus representantes. Por favor, no
más auto proclamados “salvadores”.Este proceso no nos parece
propio de una sociedad democrática. No concebimos que sea un centro
privado y elitista como la Universidad Elio Antonio de Nebrija quien se
arrogue la facultad de encargar a una persona (y su equipo, vinculado
además en su mayoría a centros privados) la elaboración de un Libro
Blanco sobre el Pacto Educativo” o una “Hoja de ruta para un pacto
educativo”. Entendemos que la comunidad educativa y la ciudadanía en
general deben ser protagonistas directos en la elaboración de esta Ley y
no limitarse a hacerlo a través de un “buzón de sugerencias” como
mecanismo de seudoparticipación similar a lo realizado con la LOMCE.Los
colectivos y organizaciones enumeradas en este escrito coinciden en que
es necesario un acuerdo educativo, pero desde y con la comunidad
educativa.Por eso ha puesto a disposición de los partidos políticos y la
sociedad civil un texto (https://porotrapoliticaeducativa.org/)
ya consensuado por buena parte de la comunidad educativa. Pero con la
sustancial diferencia de que, en este caso,esta propuesta de “acuerdo”
ha partido de la sociedad civil. El contenido ha sido elaborado,
debatido y consensuado con las respectivas asambleas de colectivos
sociales, sindicatos de estudiantes, asociaciones de padres y madres,
organizaciones sindicales y partidos políticos. No desde un “laboratorio
de ideas” vinculado a un modelo claramente neoliberal de educación y a
los intereses de corporaciones privadas.
Sindicatos de
Estudiantes
Partidos Políticos