lunes, 10 de junio de 2019

¿Esto se puede comer?: ¡Otros comedores escolares son posibles!

Desde hace tiempo Marea Verde ha venido denunciando que la gestión externalizada de los comedores escolares en Andalucía ha hecho que, lo que debería ser un servicio público, se convierta en una fuente de beneficios para empresas privadas. Y ello en detrimento de la calidad de la comida y, lo que es más grave, a costa de la alimentación y la salud de niñas, niños y jóvenes. Sin contar con la precarización y sobreexplotación del personal laboral que trabaja para esas empresas de catering.
Hace unos días, un reportaje televisivo se  hizo eco del problema. 
 


Todo empezó por las protestas llevadas a cabo por la comida servida en el CEIP Gloria Fuertes de Jerez el pasado mes de Febrero y que condujo a la constitución de una Plataforma por unos Comedores Dignos y Saludables poniendose como objetivo la autogestión de los comedores de los centros públicos.

Más recientemente el programa ¿Te lo vas a comer?  planteó  el caso de Aramark, la empresa de catering que más comedores públicos gestiona en Andalucía (concretamente, en Sevilla gestiona más de 60 cocinas de colegios). Pero las quejas por la mala calidad de la comida que esta empresa ofrece no paran de aumentar.
La responsabilidad de la alimentación que se sirve en estos colegios es de la Consejería de Educación de la Junta.
Los padres se quejan de la falta de transparencia de la empresa, no pueden ver la comida de sus hijos, no saben quiénes son los proveedores ni siquiera saben qué tipo de pescado les ponen a sus hijos.
La mala calidad de la comida se traduce en que el alumnado rechaza la comida y se niega a comer en el cole. Además se da también la negativa de las propias familias a que sus hijas e hijos coman mal. En ambos casos la consecuencia es que madres y padres tengan que adaptar sus horarios al horario escolar. Pero ello no pocas veces se traduce en problemas laborales ya que los servicios de comedor no solucionan los problemas de conciliación entre la vida laboral y tareas de cuidados familiares.

En el mencionado programa de la Sexta, Alberto Chicote habla con un grupo de padres y madres que le cuentan la experiencia de verse obligados a pedir una reducción de jornada para evitar que tu hijo coma la pésima comida del comedor escolar.

PERO NO TODO ESTÁ PERDIDO Y OTROS COMEDORES ESCOLARES SON POSIBLES

El mismo Alberto Chicote mostró en otro reportaje el caso de los comedores de Ourense: el exitoso modelo de algunos de sus comedores escolares después de que la Federación de madres y padres haya decidido hacerse cargo de la gestión. 

Pero no hace falta irse a Galicia. En Andalucía hay experiencias que nos pueden servír de ejemplo y guía: el CEIP “Gómez Moreno” en el Albaicín de Granada, un referencia internacional, gestionado por el AMPA del centro se enfrentó el curso pasado a un decreto de la Consejería del anterior gobierno socialista que favorecía a las empresas de catering y cuestionaba la autogestión por parte de las familias.

Además de ofrecer una comida de mayor calidad y más sana, estas experiencias activan los mercados de proximidad y la agricultura en la zona, ahorrando en transporte y potenciando los productos de la agricultura ecológica.

La clave está en la gestión compartida entre la administración pública ( Consejerías, Municipios, Centros) y las cooperativas u otras formas de autoorganización promovidas por Federaciones de Madres Y Padres.

Desde Marea Verde Málaga hacemos un llamaniemto a las AMPAS para que, siguiendo el ejemplo de las AMPAs de Jeréz,  se organicen y de esa forma hacer frente a éste y tantos otros problemas de los centros que están sin solución. 

La experiencia de la Federación de AMPAs “Escuelas de Calor” es otra referencia a tener en cuenta.

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